Viajar con un perro mayor es vivir a tu propio ritmo. Cuando hemos vivido muchos años con él, lo conocemos bien y sabemos cómo satisfacer sus necesidades para un buen viaje.
Es difícil ver a nuestros compañeros de vida envejecer y no quiero perderme nada de lo que la vida me ofrece junto a #Baluc. Salir sin él, ni siquiera es una opción.
Para viajar con un perro vejete solo hay que saber dividir el tiempo y compaginar el placer y la capacidad física. Se trata de tener en cuenta que algunas actividades ya no son accesibles para él y aceptar que necesita mucho descanso.
Ahora viajamos adaptados a su ritmo de vida, y disfrutando un 200%, porque sé que a su edad, tenemos que saborear cada momento juntos 💚
Baluc
“… no es un ser humano, es un perro y le gusta serlo. Se considera un perro de primera clase, y no tiene el menor deseo de ser un humano de segunda… Y tiene tanto de perro como de gato. Posee unas percepciones agudas y delicadas y sabe leer el pensamiento. No sé si puede leer el pensamiento de otros perros, pero puede leer el mio” – Viajes con Charley – de John Steinbeck
Baluc tiene ya 16 años, y es el último perro que me adoptó. Estamos envejeciendo juntos, pero todavía nos queda mucho por vivir, descubrir, viajar, en definitiva por DISFRUTAR JUNTOS !! Lo adoptamos con 3 meses, fruto de una camada no deseada e iba ha ser llevado a una protectora. Es amigo de sus hermanos los gatos y le encanta viajar. Donde voy yo, va él, donde entro yo, entra él. No hay alternativa.
Baluc tiene ya 16 años, y es el último perro que me adoptó. Estamos envejeciendo juntos, pero todavía nos queda mucho por vivir, descubrir, viajar, en definitiva por DISFRUTAR JUNTOS !! Lo adoptamos con 3 meses, fruto de una camada no deseada e iba ha ser llevado a una protectora. Es amigo de sus hermanos los gatos y le encanta viajar. Donde voy yo, va él, donde entro yo, entra él. No hay alternativa.
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